2020-01-20

Ante medio centenar de personas se realizó “Coloquio discapacidad, interdependencia y cuidados: la necesaria vuelta a lo humano”.

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Organizado por el Doctorado en Sociología y el Departamento de Trabajo Social, en conjunto a Asociación Yo Cuido, se realizó el 8 de enero el Coloquio discapacidad, interdependencia y cuidados: la necesaria vuelta a lo humano, destinado a discutir y reflexionar sobre los desafíos de la visibilización y reconocimiento de derechos tanto a personas con discapacidad como de sus cuidadores. La actividad que contó con una gran participación de parte de los asistentes, tuvo a cuatro expertos que conversaron de esta problemática a partir de diferentes enfoques.

Carlos Andrade, académico del Departamento de Trabajo Social, realizó la charla “Discapacidad como categoría y su relación con el contexto: la importancia del enfoque social en el reconocimiento de derechos”, en la que habló sobre las formas en las que se ha comprendido la discapacidad a lo largo del tiempo y sus efectos a la hora de realizar políticas e intervenciones. Refiriéndose al concepto de discapacidad, mencionó cómo éste ha tenido una evolución y construcción a lo largo de los años, partiendo desde una mirada que entendía a las personas con discapacidad como prescindibles. En este marco, aludió a los desafíos y a la importancia de entender la discapacidad desde una mirada social que reconozca el rol que cumple el contexto a la hora de poner barreras o facilitar el pleno ejercicio de derechos de las personas que se encuentran en esta situación.

Beatriz Revuelta, docente asociada de la carrera de Sociología, se centró en la interdependencia y los cuidados desde un enfoque feminista mencionando que los cuidados proveen una vida digna a las personas que lo reciben. Esta dignificación se materializa en un vínculo profundo, una relación de afecto donde no hay uno ni otro. Ambos construyen el día a día. Adicionalmente se refirió a los factores que influyen en la invisibilización del trabajo de cuidados, entre ellos: la persistencia de las concepciones más tradicionales de la discapacidad que la consideran como una desgracia personal y un asunto familiar y la desigualdad estructural de género que ha colocado a las mujeres como responsables de sostener un régimen familista de cuidados.

Desde el enfoque económico-feminista, Carolina Giaconi, psicóloga de la Universidad de Chile, se refirió a los cuidados como un “trabajo invisibilizado” debido a que al ser realizado en lugares poco convencionales -espacios domésticos- y no ser remunerado, no se valora ni social ni económicamente. Uno de los principales problemas que Giaconi identificó en las relaciones de cuidado fue la delegación de tareas, atribuyéndolo a la concepción familiarista y patriarcal del cuidado de personas como una labor femenina que evidencia la desigualdad que existe entre hombres y mujeres al momento de tomar responsabilidades relacionadas al cuidado, recayendo mayoritariamente en la mujer la tarea de cuidar familiares en situación de discapacidad.

El momento más especial de la jornada se vivió cuando se presentó Mariela Serey, Presidenta de la Yo Cuido. En su charla “El maltrato de los cuidados en la política pública: demandas desde el activismo”, Serey habló de su experiencia como cuidadora enfatizando en las dificultades que ha tenido producto de que en Chile no existe una cultura del cuidado y de que el Estado no reconoce a los cuidadores como sujetos de derecho. “En Chile el cuidado es anónimo y silencioso, hoy somos invisibles en nuestra labor ante la legislación chilena” declaró ante la evidente autonomía con la que deben actuar las cuidadoras al no recibir ningún tipo de inducción o guía al momento de cuidar a sus hijos.

La baja calidad de vida de los cuidadores fue uno de los principales problemas que identificó. A esta última problemática, Serey añadió las implicancias que las labores de cuidado tienen para quien las ejerce, como por ejemplo el hecho de que estos son considerados “segundas víctimas de la enfermedad” al estar expuestos tanto a alteraciones físicas y psíquicas -al proporcionar cuidados por tiempos extensos y sin descansos de por medio- como sociales al sentir el rechazo de quienes ven con lástima el trabajo hecho.

La presidenta de Yo Cuido también aprovechó de realizar una crítica a la gestión del Gobierno, pues si bien existen iniciativas para personas con dependencia y/o discapacidad, estas son escasas y no cubren lo necesario.

El coloquio contó con una amplia participación del público asistente, quien reflexiono de conjunto con el panel compartiendo sus experiencias profesionales y de vida en los cuidados a personas con discapacidad.